Otomi de Querétaro por

CATHIA HUERTA ARELLANO, INVESTIGACION Y PROMOCION CULTURALCDI, QUERETARO-GUANAJUATO

El estado de Querétaro cuenta con población indígena en tres regiones; Otomí del Sur que abarca 32 localidades del municipio de Amealco. Otomí del Semidesierto, que comprende 71 localidades distribuidas en los municipios de Cadereyta, Colón, Ezequiel Montes y Tolimán. La región de la Sierra Gorda con los Pames y Huastecos abarca los municipios de Jalpan y Arroyo Seco con 8 localidades.

UBICACIÓN GEOGRAFICA.

EL MUNICIPIO DE AMEALCO DE BONFIL, SE ENCUENTRA SITUADO A 63 KM DE LA CIUDAD DE QUERETARO. COLINDA AL NORTE CON LOS MUNICIPIOS DE HUIMILPAN Y SAN JUAN DEL RIO; AL ESTE CON EL MUNICIPIO DE SAN JUAN DEL RIO Y EL ESTADO DE MEXICO, AL SUR CON LOS ESTADOS DE MEXICO Y MICHOACAN AL OESTE CON EL ESTADO DE MICHOACAN Y HUIMILPAN.

LAS COORDENADAS GEOGRAFICAS EXTREMAS

CORRESPONDEN AL NORTE 20°22´ AL SUR 20°01´ DE LATITUD NORTE, AL ESTE 99° 55´, AL OESTE 100°18´ DE LONGITUD OESTE.

EL MUNICIPIO REPRESENTA EL 61% DE LA SUPERFICIE DEL ESTADO.

SE ENCUENTRA A UNA ALTURA DE 2620 M.S.N.M

ELEVACIONES PRINCIPALES

CORRESPONDEN A EL CERRO DEL GALLO CON UNA ALTITUD DE 3000MSNM, SIGUIENDO EL CERRO DE CHITEJE CON 2920 MSNM.

EL CLIMA:

PREDOMINANTE ES TEMPLADO- HUMEDO, FRESCO DURANTE EL VERANO. SU TEMPERATURA PROMEDIO ANUAL ES DE 15°C LOS MESES DE FRIO, NOVIEMBRE DICIEMBRE, ENERO Y FEBRERO. LOS CALIDOS SON DE MARZO ABRIL Y MAYO.

EL MUNICIPIO ESTA INTEGRADO POR 65 COMUNIDADES, EL CUAL LO CONFORMADO CUATRO MICROREGIONES; SANTIAGO MEXQUITITLAN, SAN ILDEFONSO, SAN MIGUEL TLAXCALTEPEC Y CHITEJE DE LA CRUZ.

LAS PRINCIPALES LOCALIDADES SON; SAN ILDEFONSO TULTEPEC CENTRO, SANTIAGO MEXQUITITLAN BARRIO I, III, IV Y V, CHITEGE DEL GARABATO Y EL BOTHE.

POBLACION

LA POBLACION TOTAL DE AMEALCO ES DE 54,000 HABITANTES DE LAS CUALES EXISTEN 27200 INDIGENAS DE LA ETNIA ÑANHO,

AMEALCO CUENTA CON LA MAYOR CANTIDAD DE POBLACION INDIGENA ÑAÑHÓ DEL ESTADO, ASENTADAS EN 33 LOCALIDADES, LAS CUALES REPRESENTAN 30,61% DE LA POBLACION DEL MUNICIPIO.

LAS ARTESANIAS EN LA REGION INDIGENA OTOMI DE AMEALCO, QRO.

SITUACIÓN ACTUAL.

Actualmente se manufacturan con mayor intensidad en las comunidades de San Ildefonso Tultepec y Santiago Mexquititlán.

En San Ildefonso Tultepec, particularmente se pueden considerar como artesanos a los habitantes de las localidades de El Rincón, Yospí, El Bothe, Mesillas y Barrio Centro.

En Santiago Mexquititlán, prácticamente en los 6 Barrios que conforman la comunidad, encontramos artesanos, que al igual que en San Ildefonso Tultepec, han conservado su tradición de manera más intensa en este campo cultural.

Las otras comunidades indígenas de la región, lamentablemente solo conservan vestigios en cuanto a la manufactura y uso de artesanías.

La pérdida de este valor cultural, en gran medida, se debe a la influencia que sobre las comunidades indígenas se ha venido dando por parte de la cultura occidental y por el grado de mestizaje y aculturación en que se encuentran dichas comunidades.

La conservación de esta tradición en los lugares antes señalados, está directamente relacionada con una mayor integración cultural y una identificación étnica más fuerte entre sus habitantes.

TIPO DE ARTESANIAS.

En cada una de las comunidades representativas del arte Otomí los productos elaborados son diferentes en general, sin embargo algunos de ellos resultan comunes en ambas áreas etnográficas.

San Ildefonso Tultepec y sus Barrios, se distinguen por la producción de piezas artesanales de cerámica y en hilado, tejidos y bordados con motivos tradicionales.

En Santiago Mexquititlán, la producción artesanal se manifiesta principalmente en la elaboración de muñecas de trapo, representativas de la indumentaria y antropomorfía de su grupo étnico.

La manufactura de prendas de vestir, como son: Quetzquemetls, fajas, manteles y servilletas, es común en ambas localidades, aunque con algunas diferencias en cuanto a tejidos y figuras con motivos culturales.

DESCRIPCIÓN DE LAS ARTESANIAS MAS REPRESENTATIVAS.

San Ildefonso Tultepec:

Ollas de barro.- Más del 50% de los jefes de familia, se dedican a la manufactura de ollas de barro. Esta actividad cobró fuerza a partir del año 1926, en el cual una vez agotados los recursos forestales de la región que trasformaban en carbón y vendían para subsistir; al resultar insuficientes, se fomentó a partir de 2 artesanos que conocían la técnica para la manufactura de ollas de barro, misma que aprendieron rápidamente en la región cada vez mayores, ya que de ellos han dependido económicamente, inclusive hasta la fecha.

La forma y tamaño de las ollas, se clasifican en chica, mediana y grande, con capacidades de 15, 20 y 30 litros. La materia prima es un barro especial que se localiza en la propia comunidad y que actualmente las reservas son cada día menores. Para la coloración requieren de una tierra especial que adquieren en las localidades relativamente cercanas al lugar.

Los volúmenes de producción, durante el año, se dedican a esta actividad, principalmente en la época de secas, es decir, de octubre a mayo, con una producción promedio de 7 a 8,000 ollas al mes, que comercializan en las principales ciudades del País.

Se detecta la necesidad de mejorar técnicas de conocimiento, dado que los hornos tradicionales que funcionan a base de leña, están dando lugar a un deterioro ecológico cada día mayor, mismo que habrá que corregir sin detrimento de la actividad artesanal.

En la misma área de San Ildefonso, las mujeres conservan una habilidad tradicional en tejidos y bordados con las siguientes particularidades:

La indumentaria tradicional del hombre, consistente en camisa y calzón de manta bordados, faja y paliacate; en la actualidad prácticamente ha desaparecido, como consecuencia de la imposición que en tiempos del porfiriato de normas que les obligaban a vestirse a lo occidental, para poder tener acceso para la comercialización de sus productos en la principales poblaciones y ciudades de la región, motivo por el cual en la actualidad, se ha reducido en mucho esta labor artesanal.

Los bordados tradicionales, han cobrado impulso últimamente al fomentar la producción y comercialización de artículos decorativos para cocina, comedor, recámaras y uso personal, sin embargo, esto ha dado lugar a que s utilicen telas de acrílicos, por conveniencia comercial.

El auge que se ha logrado últimamente, se empieza a ver afectado por la elevación de los precios de la materia prima, que elevan los costos de producción y el valor de comercialización, que finalmente repercute en decremento de las ventas y rezagos en la producción.

Santiago Mexquititlán:

En esta área, la artesanía que más se produce, consiste en la manufactura de muñecas. En un principio estas se hacían en muy pequeña escala, como una manifestación cultural propia de los Otomíes, que no rebasaba los límites geográficos de la región; sin embargo el contacto con la ciudad de México, dio lugar a que motivados por otras personas y dependencias oficiales, aprovecharan esta habilidad para perfeccionar esta artesanía y dar ocupación y abrir mercados que les permitieran obtener ingresos y aprovechar mejor su tiempo, dando lugar al fomento de su producción a nivel familiar, en base a una organización con intereses mercantilistas y en alguna medida de exportación de las artesanías, ya que esto ha dado oportunidad al acaparamiento y a problemas de comercialización, cuando los propios productores les quieran llevar a cabo, dado que principalmente en el Distrito Federal, frecuentemente les decomisan su mercancía.

La venta de esta artesanía, se hace al igual que en las ollas de barro, en diferentes ciudades de la República y principalmente en las fronterizas, sin embargo muy pocos productores lo hace directamente.

Algo común en las dos comunidades a que hemos venido refiriendo, es la manufactura de los quetzquemetls y fajas para uso personal, aunque existen diferencias por el tipo de hilado y tejido de la lana, así como por el bordado con figuras y motivos propios de casa comunidad.

El uso del quetzquemetl, es común como prenda de vestir que proporciona abrigo frente a las inclemencias del tiempo. Su comercialización es limitada por los altos costos de producción, dado que requieren de mucho tiempo para su manufactura, en virtud de que al ser éstas de lana, el proceso de inicia con la limpieza, lavado, cardado, hilado y tejido en telar de cintura, así como la aplicación de tintes a base de materias primas como el añil.

Los hilados y tejidos van desde lo fino hasta lo burdo, en el primero de los casos, es de admirarse la calidad de sus propios productos que por su finura y exclusividad lo hacen sumamente valiosos. En el segundo de los casos, se pretende lograr mayor abrigo y protección, lo que de ninguna manera pierde su originalidad y valor cultural.

La escasez de materia prima, está dando lugar a la incorporación de acrílicos y algodones como estambre y la hilaza, que le quitan valor y originalidad a dichas artesanías.