Chinantecos

Chinantecos - Tsa Ju Jmí

Del nombre

Los chinantecos se llaman a sí mismos tsa ju jmí', que significa "gente de palabra antigua"; sin embargo, cada uno de los pueblos posee además su propio apelativo que siempre va precedido de la palabra tsa, dsa o alla, que significa "gente" y se combina con otros términos que generalmente hacen referencia a un origen común. En todos los casos se reconocen como pobladores de la Chinantla.

Localización

La región chinanteca se encuentra a unos 100 km de la ciudad de Oaxaca. Se extiende a lo largo de 17 municipios ubicados en la parte noreste del estado. Colinda al norte con Veracruz, al noroeste con la región mazateca, al oeste con la cuicateca y al sur y sureste con la zapoteca. Catorce municipios se consideran el corazón de la Chinantla: San Juan Bautista Tlacoatzintepec, San Pedro Sochiapan, Ayotzintepec, San Felipe Usila, San José Chiltepec, San Lucas Ojitlán, Santa María Jacatepec, San Juan Bautista Valle Nacional, San Juan Lalana, San Juan Petlapa, Santiago Jocotepec, San Pedro Quiotepec, San Pedro Yolox y Santiago Comaltepec. La distribución de los municipios chinantecos está repartida entre los distritos de Cuicatlán, Tuxtepec, Choapan, Etla e Ixtlán.

Infraestructura

En los distritos donde se encuentran distribuidos los chinantecos hay servicios postales, telégrafo, radiofonía y telefonía.

Por lo que respecta a educación cuentan con escuelas federales y escuelas indígenas de educación preescolar, y de educación primaria, planteles de secundaria y telesecundaria, planteles técnicos (agropecuarios e industrial).

En relación con el sector salud, existen unidades de la Secretaría de Salud, ISSSTE y del IMSS-Solidaridad.

Anteriormente las vías de comunicación más usadas eran las fluviales. Los caminos más importantes durante el siglo XX salían de Tuxtepec a Chiltepec, Jalapa de Díaz y a Playa Vicente, Veracruz. Recientemente, el establecimiento de la Comisión del Papaloapan y de la fábrica de papel de Tuxtepec propiciaron la apertura de la red carretera Tuxtepec-Oaxaca, que conecta los municipios de Ixtlán con Valle Nacional, Chiltepec y Ojitlán, así como de un camino para dar salida a los productos forestales de la región.

Antecedentes históricos

Según relatos locales, hacia el año 1100 el rey Quiana fundó un gran señorío en la Chinantla; algunos conflictos internos dividieron a la población y se establecieron los señoríos de la Chinantla Baja y la Chinantla Pichinche, con sede en Yolox en tierras altas; 300 años después esta última se dividió y parte de su población se desplazó a Usila y estableció ahí otro señorío. Alrededor de 1455, los mexicas se establecieron en Tochtepec (Tuxtepec) y dominaron desde allí a mazatecos, cuicatecos, chinantecos y popolocas. Los chinantecos conservaron su forma de gobierno y religión. Al llegar los conquistadores se establecieron en Tuxtepec; los chinantecos se aliaron con ellos para acabar con el dominio azteca. Hacia 1530 los chinantecos de Usila se levantaron contra los españoles.

Por su cercanía con Veracruz y debido a la calidad de sus tierras, esta región se convirtió en una de las zonas agrícolas más importantes de la Nueva España. El problema del idioma para los misioneros dificultó la conquista espiritual de los nativos; sin embargo, los españoles impusieron el cultivo de café, plátano y tabaco.

En el Porfiriato algunos poblados mestizos de la región fueron dotados con servicios; la alianza entre los grupos regionales hegemónicos y la dictadura afectaron a las regiones indígenas. Para 1910, en las haciendas amparadas por las Leyes de Reforma se cultivaba tabaco, cacao y café. En Valle Nacional se establecieron muchos extranjeros atraídos por las facilidades para adquirir tierras. Las plantaciones se convirtieron en campos de trabajo forzado como castigo para los rebeldes y enemigos políticos del régimen.

Durante los años veinte y los treinta la Chinantla Baja recibió un fuerte impulso económico agrícola con el cultivo de tabaco y plátano. La Standard Fruit y la United Fruit establecieron su dominio en la zona y los chinantecos se convirtieron en peones en su propio territorio. En 1941, la Reforma Agraria redistribuyó las tierras y las compañías extranjeras tuvieron que abandonar la zona. El cultivo del tabaco y del plátano quedó en manos de pequeños y medianos propietarios; no obstante, la comercialización continúa en manos extranjeras o mestizas.

Entre 1940 y 1970, la Chinantla Baja se vio afectada por proyectos de desarrollo regional: la construcción de presas destinadas a generar electricidad. Entre 1949 y 1955 se construye la presa Miguel Alemán que afectó a comunidades mazatecas y en 1972 da inicio la construcción de la presa Cerro de Oro que inundó más de 26 mil hectáreas fértiles, afectando a 300 familias chinantecas que fueron reubicadas en otras zonas de Oaxaca y en el sureste de Veracruz. Su reacomodo significó un proceso de dispersión de las antiguas comunidades y el consiguiente desmembramiento de extensas redes de parentesco. La pérdida del hábitat tradicional conllevó una aguda fragmentación de su cultura nativa.

Lengua

El chinanteco es un idioma tonal perteneciente al grupo otomangue y es una familia independiente de las otras lenguas derivadas del otomangue en Oaxaca. Los hablantes de chinanteco se hallan distribuidos principalmente en 17 municipios repartidos en cinco distritos oaxaqueños. Esta lengua ha sido dividida en cinco macrovariantes dialectales, que coinciden con su división geográfico-territorial. Entre los chinantecos existe una fuerte identidad Iingüístico-territorial, y se reconocen como hablantes de un mismo idioma.

Salud

La medicina tradicional que se practica en la Chinantla se divide en tres ramas de especialización entre los hombres: los sopladores, dsa jiudsa o persona que sopla a persona, encargado de levantar el espanto; los hierberos o dsa kui ei, persona que conoce la hierba y maneja las plantas medicinales tradicionales, y los curanderos, dsa jmo idsa o persona que cuida a persona, son los más reconocidos, porque saben todas las prácticas curativas de la Chinantla: son hierberos, sopladores y rezanderos. Entre las mujeres es común la existencia de parteras.

Las técnicas de diagnóstico más usuales son la pulsación, el frotamiento con un huevo o con la mano, la revelación en sueños, el consumo de plantas por parte del curandero, la adivinación por medio de tirar el maíz, el interrogatorio y la observación del paciente. El pago se hace en especie, porque se considera que la práctica médica es un servicio a la comunidad.

Las enfermedades son clasificadas en positivas, contraídas por causas naturales, y negativas, debidas a causas sobrenaturales. Las primeras pueden ser curadas incluso con medicina alópata; en cambio, las segundas sólo las pueden curar los médicos tradicionales. Las enfermedades más comunes de origen sobrenatural son el susto y la calentura por frío; la diarrea se considera de origen natural, y el vómito que puede tener ambos orígenes.

Vivienda

La residencia es básicamente patrilocal. En la zona alta la casa tradicional es de adobe con techo de teja. En la región de transición es común encontrar casas de madera con techos de palma o tejamanil, y en la parte baja son de madera rolliza o jonote con techo de palma. En todos los casos los techos son de dos aguas. En las actuales construcciones de los altos se está sustituyendo la teja por lámina, y en la parte baja el jonote por tablas de madera. En las cabeceras municipales se comienzan a usar materiales modernos para la construcción.

La estructura de las casas de adobe es rectangular y se comunica con la cocina por un pequeño corredor; tiene ventanas muy pequeñas cubiertas con plástico. Generalmente están construidas en terrazas a sotavento, para protegerlas del viento. En la Chinantla Baja la forma también es rectangular; la cocina se halla comúnmente separada por una pared de jonote o de madera; además, se acostumbran puertas a ambos lados de la casa.

Para la construcción de sus viviendas los integrantes de la familia se ayudan mutuamente. La pareja acumula los materiales y, una vez reunidos, se convoca a la familia para la construcción. Mientras los hombres trabajan en ella, las mujeres lo hacen en la cocina. Levantar una casa se puede llevar de tres a cuatro días, durante los cuales los interesados aportan la comida y la bebida; al final de la jornada hacen una fiesta consolidando el compromiso de apoyo recíproco entre la familia.

Artesanías

Una artesanía producida aún por las mujeres es la hechura de los huipiles. A pesar de las variantes existen diseños básicos en los bordados. Toda la familia se ve involucrada en la obtención de la materia prima para manufacturar los huipiles hasta el proceso de hilado y madejado que se hacen con malacate y con espejes, respectivamente. Ya preparado el hilo la actividad corresponde exclusivamente a las mujeres. También hacen manteles y servilletas para el comercio.

Los hombres, por su parte, producen redes de pita y de ixtle para la elaboración de atarrayas y chinchorros.

Territorio, ecología y reproducción social

A excepción del municipio de Atlatlahuca, separado por una franja zapoteca, la Chinantla es un área por sí misma separada de las regiones vecinas por cadenas montañosas, ubicada dentro de la cuenca del río Papaloapan y sobre las laderas de la Sierra Madre Oriental, nutrida por un gran número de vías fluviales.

Según sus características ecológicas, el área se divide en dos subregiones: la Alta y la Baja. La primera está ubicada en la sierra de Juárez y comprende tres municipios de Ixtlán y uno de Etla. La otra, en 13 municipios de la Cuenca pertenecientes a los distritos de Tuxtepec, Choapan y Cuicatlán.
Los climas que predominan en la Chinantla Baja son los subhúmedos cálido y muy cálido, semicálido y templado. Las precipitaciones pluviales que recibe van del orden de los 1 000 a los 4 000 mm anuales, con temperaturas que oscilan entre los 16 y los 21°C. El territorio va de los 80 a los 1 200 msnm. La vegetación corresponde casi por completo a la de la selva alta perennifolia y una parte del distrito de Tuxtepec a la de selva mediana subperennifolia.

La Chinantla Alta tiene clima templado, se encuentra entre los 1 000 y los 3 000 msnm. El área está cubierta por bosques de pino-encino en la mayor parte del territorio, y por bosques mesófilos de montaña en la zona de límite con la Chinantla Baja. Las temperaturas oscilan alrededor de los 0° y los 18°C. Las lluvias son abundantes durante todo el año.

La región posee una gran riqueza en lo que se refiere a tierra cultivable; se practica la pesca y la cacería, y poseen otros recursos más como es el pecuario, crían cerdos, gallinas, guajolotes y apiarios. Uno de los problemas actuales que incide en todos los medios naturales es la contaminación de las aguas, la tala inmoderada por parte de la papelera Tuxtepec y la conformación de la presa Cerro de Oro.

En esta región la actividad más importante es la agricultura de autosubsistencia: hortalizas, plantas medicinales, frutos, maíz, frijol, calabaza y chayote, básicamente. No obstante, áreas destinadas a los cultivos comerciales: arroz, caña de azúcar, café, tabaco, entre otros. Además existe tierra comunal. Se emplean diversas técnicas de trabajo, desde la tumba raza y quema, hasta modernas formas de explotación agrícola, uso de productos agroindustriales, etcétera.

Organización social

La familia extensa es la base de la sociedad chinanteca. La adscripción de las parejas nuevas es patrilocal, de hecho conviven un lapso pequeño en la casa del padre, donde adquieren patrones de integración y establecen compromisos familiares de cooperación mutua, hecho que se establece regularmente cuando se termina de construir la vivienda para los recién casados. La unidad menor es la familia nuclear. Sólo los varones tienen derecho de herencia. La posibilidad de matrimonio entre primos cruzados o paralelos hasta de quinto grado está restringida, dado que no existe diferencia para nombrar a los primos o a los hermanos. El compadrazgo es otro vínculo de ayuda mutua reconocido. La mayoría de las actividades agrícolas involucran a la familia extensa.

Cosmogonía y religión

La cosmogonía del grupo en algunos casos queda reflejada en los huipiles de lujo de las mujeres chinantecas. En los bordados se registra el origen mítico, la historia y la trayectoria de una familia o de un pueblo. Por otra parte, es común que la historia se transmita a través de la tradición oral. Aun cuando los chinantecos están influidos por la cultura nacional, conservan prácticas y creencias propias. Su concepción del mundo es la de una totalidad integrada por elementos que se oponen y complementan. Así, el mito del sol y la luna explica la oposición de dos mundos que cristalizan en el día y la noche, y diferencian lo humano de lo animal, así como lo bueno de lo malo. De esta manera, el conocimiento lleva la dualidad como base: el alma y el cuerpo son diferentes, la primera reside en el corazón, y luego de la muerte es transportada al otro lado de los mares por un gran perro negro o por una araña. Los seres sobrenaturales que rodean al pueblo chinanteco pueden ser positivos o negativos. Unos causan males y los otros son protectores, para esto se valen de personas (brujos o curanderos). Los patrones de clasificación del entorno chinanteco son una muestra de su cosmovisión que sigue conservando nombres de lugares, designaciones de elementos naturales, dueños de la naturaleza, etcétera. Las mayordomías continúan vigentes en la mayoría de los pueblos de la Chinantla.

Fiestas

Las principales fiestas celebradas en la Chinantla son la Semana Santa, la de Todos los Santos y las fiestas del santo patrono de cada uno de los pueblos.

Relaciones con otros pueblos

En algunos casos, la población chinanteca tiene contacto con mazatecos reubicados por la construcción de la presa Miguel Alemán; con nahuas de Puebla, con cuicatecos, mixtecos y zapotecas emigrados hacia tierras de mejor calidad o por la posibilidad de trabajo en la cosecha de café. Existe una importante presencia de mestizos en los principales centros de la zona, quienes generalmente comercializan con los productos de la Chinantla; de la misma manera que los zapotecas comercializan el café de la región de Choapan. Igualmente tienen relación pero escasa con los mixes.

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